Alma Mater
- Alvaro Rolando Pérez

- 18 may 2020
- 3 Min. de lectura

"Y creemos en el hombre, en su hermosa vocación de salvar para el mañana las estrellas y la flor"
Fragmento de una estrofa del himno del colegio Claustro Moderno, fundado por Carlos Medellín, magistrado de la Corte Suprema de Justicia inmolada en el palacio de justicia.
El 6 de noviembre de 1985 a las 11:30 de la mañana, un comando del M-19 se tomó el Palacio de Justicia, con la pretensión de efectuarle un juicio público al gobierno de Belisario Betancur por su incumplimiento de los acuerdos de paz, firmados un año antes.
La reacción de las fuerzas represivas del Estado colombiano fue brutal y después de 28 horas retomaron el Palacio, tras haberle prendido fuego a la edificación, y dejar un centenar de muertos, luego de lo cual procedieron a secuestrar a doce personas, que inicialmente fueron trasladadas a la Casa del Florero, y de allí fueron conducidas a instalaciones militares, en donde se les sometió a torturas y luego se les desapareció, como en la noche de niebla del nazismo.
Cuando se cumplen 33 años de esta masacre, recordarmos este sangriento episodio, porque los acontecimientos de los días 6 y 7 de noviembre –y todo lo que allí se desencadenó– se constituyen en un estudio de una sociedad descompuesta para entender los mecanismos que caracterizan el terrorismo de Estado.
Además, de la masacre del Palacio y la impunidad oficial que la ha acompañado durante estas tres décadas se abrió el camino a que se generalizara el terrorismo de Estado en Colombia, con las masacres,exterminio de partidos políticos , desapariciones, “falsos positivos”, paramilitarismo, y un interminable registro de hechos macabros, que hoy gravitan sobre todos nosotros.
Hace 33 años y un mes, en el colegio Claustro Moderno, donde se fusionan la sonrisa de los niños, con bosque nativo, un lago de agua helada, el estudio de las artes, y el deporte, se enrareció el ambiente.
Simulacros de evacuación por amenazas de bomba, militarización de los espacios donde los estudiantes caminaban, y un nutrido grupo de acompañantes uniformados al rector, quien días antes de la toma había convocado a todos sus discípulos frente a la casona que regenta al Claustro para izar bandera y recordamos que creía en el hombre en su hermosa vocación de salvar para el mañana las estrellas y la flor.
Hoy quiero recordar a Carlos José Medellín Forero, portentoso hombre que pasaba sin inmutarse de profundas sentencias judiciales a la sensibilidad y el encanto de la poesía, la vida y el tiempo, dos de los motivos de sus reflexiones, le alcanzaron para ser periodista, rector, fundador y docente de prestigiosos establecimientos educativos. El ilustre jurista, uno de los 11 magistrados devorados por Saturno,llegó al mundo en el municipio de Pacho, Cundinamarca, en abril de 1928, inicialmente iba a dedicar su vida al sacerdocio, la iglesia perdió, pero se ganó un brillante jurista y humanista. Y así lo demostró durante sus estudios en la Universidad Externado de Colombia de la cual se graduó con un aclamado trabajo de tesis titulado “Introducción a la estética del derecho”.
Su actividad intelectual fue prolífica. Escribió y público cuatro libros de poesía y uno de cuentos, con una obra póstuma, que se publicó (Moradas). Recibió el Premio Espiral de Poesía, que se sumó a otros que rindieron homenaje a su obra y trayectoria: el Premio Nacional de Periodismo Antonio Puerto o la Cruz de Boyacá. También fue miembro y fundador de la Asociación de Escritores de Colombia y de la Orquesta Filarmónica de Colombia.
Como si fuera poco sus aportes en la jurisprudencia han tenido eco en recientes y trascendentales jurisprudencias: en relación con la incompetencia que tenía la Corte Suprema para definir sobre la inexequilidad de las leyes que aprobaban los tratados internacionales Medellín, sentenció que el alto tribunal podía aplicar un control constitucional previo a la ratificación de dichos convenios. Abruptamente su vida terminó el fatídico 6 de noviembre de 1985.
Alvaro Rolando Pérez Castro
Tomado de la audiocolumna “matices y derecho” del programa “Hora Judicial” de la emisora universitaria @URosarioradio





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